Los voluntarios ambientales han sido
testigos de cómo se realiza un anillamiento de pájaros. En vivo y en directo, los
jóvenes han presenciado todo el proceso, desde que el ave colisiona con la red
hasta que echa a volar de nuevo con un adorno en su delicada patita.
El anillamiento ha tenido lugar en las
Albuferas de Adra, localizadas en la costa suroccidental de la provincia de
Almería, dentro del término municipal de Adra. La Consejería de Medio Ambiente
catalogó estas Albuferas como Reserva Natural, cuyo origen se debió a un
aislamiento de las bahías litorales que fueron cerradas al mar por aportes
sedimentarios, dando lugar a lagunas costeras.
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Desenredo de una de las aves |
El biólogo Mariano Paracuellos Rodríguez,
miembro del Grupo de Anillamiento Rodopechys de Almería, ha sido el encargado
de mostrar a los voluntarios cómo identificar a las diferentes aves, cómo se
debe desenredar a los pájaros de la red en la que caen sin causarles ningún
daño, cómo tomar las mediciones precisas y cumplimentar los formularios de toma
de datos. Entre las especies que los voluntarios han podido observar se
encuentran el carricero común (Acrocephalus
scirpaceus), el carricero tordal (Acrocephalus
arundinaceus) y la buscarla unicolor (Locustella
luscinioides).
Con actividades de este tipo, aquellos que
se preocupan por la naturaleza y por la conservación del medio natural aprenden
la importancia de acciones como el anillamiento. Además de conocer de primera
mano el proceso, se conciencian del valor de la dinámica, puesto que el
anillamiento científico de aves permite ver sus movimientos y poblaciones, lo
cual conlleva un doble beneficio tanto para los volátiles como para las personas.
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